Por Luis Garcia Olivo / Especial para MWR
En menos de casi dos meses, el técnico de Estados Unidos, Gregg Berhalter, hizo lo que no pudieron los estrategas Jürgen Klinsmann, Bob Bradley y hasta Bruce Arena: Ganarle a México en dos finales consecutivas.
Aún con el recuerdo fresco del título en la Nation League, un nuevo éxito se adhirió a la historia de Estados Unidos con la obtención de la Copa Oro edición 2021 frente al odiado rival del área. Cobraron revancha de la final de 2019 y hoy les tocó coronarse, por lo que levantaron su segundo título en lo que va del año, nuevamente contra el Tricolor del Tata Martino.
Sin importar que el duelo se definiera en tiempos extra y que Estados Unidos jugara todo el torneo con plantel alterno, donde la MLS los surtió de su plantilla, el equipo de las barras y las estrellas aprovechó la falta de contundencia de México y hasta los puntuales errores a nivel defensivo para que al minuto 116, mediante Miles Robinson, hiciera la diferencia con la testa y con ello destrabara el 0-0 que vaticinaban los penaltis, pero el jugador del Atlanta United le ganó a Edson Álvarez y remató con la cabeza el gol del triunfo.
Con el triunfo, Estados Unidos maquinó un nuevo fracaso de México, el segundo en la era del Tata Martino, quien deambuló en la irregularidad de funcionamiento, pues en par de duelos fue certero y en otros no encontró la fórmula.
No obstante, Estados Unidos, sin ser tan espectacular, pero sí efectivo logró el resultado esperado y con ello llevo un nuevo éxito a sus vitrinas.
México fue ligeramente mejor a lo largo del juego, pero no encontró la brújula. Ese problema no se solucionó en todo el torneo. El cerrojo estadounidense no se abrió. Rogelio Funes Mori fue el que más cerca estuvo de marcar, sin embargo, se fue en blanco.
Los aztecas registraron mejores estadísticas, pero de nada les sirvió. El remate que más cerca estuvo a entrar fue un cabezazo de Rogelio que Matt Turner alcanzó a desviar con un gran lance.
Funes Mori fue un dolor de cabeza para la zaga estadounidense. El argentino reclamó penaltis, sirvió de poste y tiró a la portería en cada hueco que encontró.
Jesús Manuel Corona fue el otro jugador que exigió a los adversarios, el Tecatito reclamó un penalti por una mano en el área, pero el árbitro Said Martínez, no la consideró sancionable.
Estados Unidos observó cómo corrieron los mexicanos, el país de las barras y las estrellas no generó nada que inquietara a Alfredo Talavera. La opción más peligrosa para los vecinos del norte surgió a través de un error de Edson Álvarez, el jugador del Ajax se notó sobrado, controló mal un balón y se lo dejó a Paul Arriola, el antes jugador de Xoloitzcuintles se paró frente a Talavera, pero definió a un costado. México se salvó.
El Tricolor tuvo todo bajo control, sin embargo, Héctor Moreno se lesionó antes de ir al descanso. Martino tuvo que meter a Carlos Salcedo. El Titán fue a la banca tras su mal juego contra Canadá. El destino le dio revancha rápido.
Estados Unidos se sintió mejor. Gregg Berhalter realizó cambios para refrescar el campo y no darle ventajas físicas al Tricolor.
México tuvo suerte que Paul Arriola no tuvo su mejor noche, el jugador del DC United erró jugadas nítidas en el área. El Tricolor vivió minutos de terror. Martino reaccionó en la banca y metió a Rodolfo Pizarro para intentar quitarse a los estadounidenses de encima.
La batalla siguió sin anotaciones y se alargó al tiempo extra. Estados Unidos tuvo un segundo aire, los balones llovieron en el área de Talavera hasta que Miles Robinson con la cabeza le ganó la posición a Edson Álvarez y superó al portero mexicano. El fracaso se fraguó para México y se erigió la gloria para el combinado estadounidense.