Por Luis Garcia Olivos / Especial para MWR
La Pura Vida no podrá verse en semifinales y sí el sabor dulce del maple en la antesala de la Copa Oro, pues Canadá dio cuenta de Costa Rica en un sorpresivo resultado y con ello, los norteamericanos serán el próximo rival del Tricolor
La clave del triunfo canadiense al son de 2-0 fue gracias a la labor de Stephen Eustaquio, aquel jugador que defendiera la casaca de Cruz Azul y que se decantara por defender los colores de los canadienses, pese a su doble nacionalidad portuguesa.
Este mismo jugador aportó un gol y dio asistencia, por lo que fue fundamental en el pase canadiense a la siguiente fase.
La fórmula de cada equipo se distinguió muy rápido. Costa Rica optó por el repliegue, con esa intención de desgastar a su rival y en un contragolpe hacerle daño. Canadá apostó por la posesión, de esa forma abrió el campo e hizo suyo el juego. En el primer tiempo, la idea norteamericana fue mejor y más efectiva.
Stephen Eustaquio fue quien puso orden en el centro del campo. El objetivo fue buscar a Lucas Cavallini, quien suplió al goleador Cyle Larin, y a Junior Hoilett. De esa forma llegó el primero.
Los ticos no supieron cómo frenar la presión. Tajon Buchanan y Jonathan Osorio volvieron loca a la zaga roja. Pronto llegó lo evidente.
El excementero mostró su excelso toque y excelente visión. Con un servicio largo dejó solo a Hoilett. El portero Esteban Alvarado titubeó en la salida y el jugador, que por ahora no tienen equipo, lo venció con un toque sutil. El festejo de la hoja de maple apareció.
El gol canadiense sólo despertó a los centroamericanos. Joel Campbell, flamante refuerzo de Rayados de Monterrey, quiso ponerle magia, ser diferente, pero únicamente quedó en intención. El poderoso delantero no pudo solo. Ni Johan Venegas ni Ariel Lassiter le pudieron seguir el paso. Máxime Crepeau la pasó tranquilo en su área, ni siquiera se ensució el uniforme.
Las acciones poco a poco se emparejaron. Canadá bajó de revoluciones y no volvieron a crear peligro alguno. Pero Costa Rica tampoco lo hizo, nunca pudo abrir el cerrojo pintado de blanco.
Los cambios fueron obligados en el complemento. Los ticos estaban a 45 minutos de quedar fuera y el técnico Luis Fernando Ortiz movió a su inoperante ofensiva en el primer lapso. Luis Díaz y Bryan Ruiz dieron una nueva y experimentada cara. Fue otro equipo costarricense, pero quedaron lejos de empatar. Los blancos necesitaron una jugada y fácil incrementaron su ventaja. Hoilett brilló y entre un rebote, Eustaquio la guardó y mandó a Canadá a semifinales.
