MIAMI — Todavía recuerdo aquellos años en los cuales prendía el televisor únicamente para ver a Michael “El Videojuego Humano” Vick.
Es que más allá de ciertas deficiencias, tenía una o dos jugadas por partido que te dejaban con la boca abierta. Esa misma sensación tengo este año con el corredor de los New Orleans Saints, Alvin Kamara.
En espacios abiertos te hace quedar en rídiculo, y sus cortes abruptos los realiza con tanta naturalidad como explosividad.
Kamara es tanto factor por aire como por tierra, a tal punto que se convirtió apenas en el tercer novato en la historia de la NFL en acumular al menos 600 yardas por aire y 600 yardas por tierra; los anteriores dos (Billy Sims en 1980 y Charley Taylor en 1964) ganaron el Premio al Novato del Año.
Esta temporada han habido varios novatos de impacto, aunque su principal competencia se fue lesionando. Deshaun Watson, mariscal de los Houston Texans, tenía todos los boletos para llevarse este premio y el corredor de los Kansas City Chiefs, Kareem Hunt, se ha caído como un piano desde el noveno piso.
En otras palabras, el camino está allanado para Kamara (quizás Leonard Fournette sea su única competencia), que además nos regala un espectáculo sin igual semana tras semana.
Lo curioso del caso es que quizás el Novato Defensivo del Año también lo gane un jugador de los New Orleans Saints. El esquinero Marshon Lattimore está teniendo una temporada fantástica, y ha ayudado a la revitalización de una defensiva que fue el hazmerreir de la liga durante muchos años.
Lattimore, sin embargo, no la tiene sencilla, dado que T.J. Watt en Pittsburgh también está teniendo una gran campaña.
Si alguien se lo está preguntando, la única vez que dos novatos del mismo equipo ganaron sendos premios en la misma temporada fue en 1967 cuando el esquinero Lem Barney y el corredor Mel Farr lo ganaron para los Detroit Lions.
Hablando de novatos, el corredor Tarik Cohen fue protagonista de la JUGADA DE LA SEMANA tras correr unas 2431 yardas para anotar este touchdown de 61 yardas.
Otro novato, que también está teniendo una buena temporada, fue víctima de una de las jugadas más sucias de la temporada; el esquinero de los Bills Tre’Davious White fue GOLPEADO VILMENTE DESPUÉS DE LA JUGADA por Rob Gronkowski.
Siempre me ha caído bien Gronk, porque siento que su naturalidad no abunda en esta liga, pero en esta ocasión perdió contacto con la realidad. Tanto él como Bill Belichick pidieron disculpas después del partido, pero dado que el ala cerrada de los New England Patriots no fue expulsado en el partido, era esperable que lo suspendan por un juego.
Los pañuelos –¿cuándo no?– fueron protagonistas en esta Semana 13; en ningún partido más que en el de Chiefs y New York Jets.
Los referís le habían cobrado tres penalidades de manera consecutiva a Kansas City, que estaba buscando evitar el touchdown de New York. A Marcus Peters le cantaron un agarrón, y el frustrado esquinero de los Chiefs, LANZÓ EL PAÑUELO A LAS GRADAS.
Como si fuese poco, un fan de los Jets lo agarró en la tribuna, su rostro expresaba felicidad pura, y se sacó una selfie con el pañuelo amarrilo. Señal clara de que estamos en el 2017…
Si necesitan más evidencia, tengan en cuenta que por segunda ocasión en misma cantidad de años, un fan lanzó un consolador al terreno en un juego entre Patriots y Bills.
Y para estar seguros de no quedarnos cortos, los referís en el juego entre los Atlanta Falcons y Minnesota Vikings tuvieron PUNTERÍA DE LUJO.
Lo mejor de toda esa secuencia es como el centro de Atlanta, Alex Mack, se cae como si lo hubiesen tirado una pesa de 50 kilos.
Honestamente creo que si no existiesen los Cleveland Browns, quizás los Denver Broncos serían el peor equipo de la liga en estos momentos.
Si no me creen, tengan en cuenta que fueron vapuleados por un mal equipo de los Miami Dolphins, que les anotó dos touchdowns en siete segundos, y que además tuvieron dos safeties en un mismo partido por primera vez en la historia de la franquicia.
La cosa no termina allí para Denver, que luego vio como Jay Cutler le lanzó un pase de touchdown a Julius Thomas, y éste último festejó como un “Bronco”.
Los Dolphins estaban ganando 33-9 cuando quedaban 10:21 por jugar cuando decidieron efectuar una patada corta. El esquinero de los Broncos, Chris Harris, dijo que “existe mala sangre entre Adam Gase y Denver”.
Ninguno de los dos entrenadores dijo algo claro al respecto, pero para aquellos que piensan Vance Joseph no se fue del todo bien de Miami en cuanto a su relación con Gase se refiere, les digo que es falso. Aparentemente, John Elway habría hablado mal de Gase (en ese entonces OC de los Broncos) cuando estaba a punto de conseguir el trabajo de HC de los San Francisco 49ers; luego se lo dieron a Jim Tomsula.
Más allá de cuál sea la realidad, lo cierto es que tal como dijo Philip Rivers unos días atrás, “los Broncos parecen haberse rendido”.
En Denver sólo le agradecen a los Browns, que tienen un registro de 4-45 desde el Día de Acción de Gracias en 2014.