La cantante colombiana ha visitado al prestigioso especialista que operó a Adele.
Saltaron las primeras alarmas cuando Shakira suspendió los primeros conciertos que tenía programados para su gira El Dorado, sirenas que sonaron con más fuerza cuando la cantante anunciaba que finalmente posponía su gira hasta el próximo 2018. Una hemorragia en las cuerdas vocales ha sido la causante de evitar uno de los regresos mundiales más esperados, y el problema al que se está teniendo que enfrentar la colombiana, además de los insistentes rumores que apuntan a que su relación con el futbolista Gerard Piqué estaría en crisis.
Según publica este martes en exclusiva la revista Lecturas, Shakira puso rumbo a Boston el pasado 29 de noviembre para ser tratada por el prestigioso laringólogo, Steven M. Zeitels, considerado el mejor del mundo en su especialidad. El médico ya operó con éxito a otros cantantes como Adele o Sam Smith, curiosamente los intérpretes de los últimos temas de la banda sonora de James Bond.
Según la publicación, ahora ha sido Shakira la que ha acudido al reputado doctor, en un viaje de cinco días que hizo acompañada de su hermano Tonino. La revista Lecturas consulta con el Doctor Juan Carlos Casado para hablar de la operación que se realiza “bajo anestesia general, con un laringoscopio que se introduce por la boca y mediante láser se produce una vaporización de las lesiones vasculares situadas en la cara superior de las cuerdas vocales”.
Tal y como confirma el especialista, el posoperatorio podría durar un mes y medio, con un reposo de voz entre dos y tres semanas. Si Shakira sigue a rajatabla este proceso, Zeitels considera que recuperará la voz en perfectas condiciones. Adele, que se sometió a la misma operación en 2011, confesó en alguna ocasión que su voz había cambiado, y el pasado mes de julio se vio obligada a suspender dos conciertos también por problemas vocales.
La peculiaridad a la hora de cantar de Shakira podría ser un handicap de una operación delicada pero que tiene garantías de éxito. El peor enemigo para la colombiana podría ser la presión que ella misma se ha puesto sabedora que tiene a todo su equipo y a sus fans pendiente de su estado de salud.