Ha pasado más de una semana de las elecciones presidenciales y aún las autoridades no proclaman al ganador. Mientras tanto, las calles siguen convulsionadas de opositores que gritan fraude. Te dejamos algunas respuestas para entender este complicado proceso.
TEGUCIGALPA, Honduras.- Tras una semana de incertidumbre, denuncias de fraude y protestas, aún Honduras espera la proclamación de un ganador en las presidenciales, entre el mandatario Juan Orlando Hernández, que busca la reelección y acumula 42.98% de los votos, y el opositor Salvador Nasralla, quien quedó atrás por apenas 1.59% de votos y ha denunciado un fraude en el proceso.
Las siguientes son algunas preguntas y respuestas que te permitirán entender el porqué de la conmoción tras las elecciones en este país, que ocho días después sigue sin conocer a su próximo presidente:
Las elecciones presidenciales en Honduras se celebraron el 26 de noviembre, pero el Tribunal Supremo Electoral (TSE) aún no proclama a un ganador. Por primera vez en la historia del país, el cómputo de los votos escrutados no se dio tres horas después de cerrada la votación. Desde las cuatro de la tarde los hondureños monitoreaban los medios de comunicación para conocer quién sería el triunfador. Pero conforme pasaban las horas, la incertidumbre crecía. Fue a la 1:45 am que el Presidente del TSE, David Matamoros, dio la primera tendencia que colocaba a la cabeza a Salvador Nasralla, del Partido de la Alianza de Oposición, y en segundo lugar a Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras y candidato del Partido Nacional. Después de ese primer cómputo, el silencio se prolongó por otras 36 horas. Esto generó dudas sobre la posibilidad de un fraude, dado el control que ejerce el Gobierno sobre las instituciones.
Sí. Es lo que han denunciado los miembros del Partido de la Alianza de Oposición, quienes aseguran que por cinco horas no hubo sistema. Dicen que fue justo ese momento el que aprovecharon para que dos hackers insertarán los conteos de las actas falsas que ahora ponen a la cabeza al Partido Nacional. La población apuesta ahora a la anulación del proceso porque no confía en lo que ocurrió con sus votos. La Alianza de Oposición asegura que con la caída del sistema se alteraron 5,200 actas que son las que benefician a Juan Orlando Hernández.
Un total de 1,006 actas fueron llevadas a un proceso de monitoreo por las inconsistencias que aseguró el TSE presentaban al momento del escrutinio. Pero la oposición no se presentó para participar en la observación alegando que el fraude montado por el Partido Nacional estaba en esas actas y en las 5,200 que dicen fueron alteradas. La Alianza presentó una petición para que el TSE cumpliera con 11 puntos como condición para integrarse al conteo. Al final no hubo acuerdos y todo quedo en manos de los observadores internacionales y nacionales, quienes vigilaron el conteo voto por voto.
Después de intentos para alcanzar un acuerdo, el domingo el presidente del TSE dio la orden de iniciar el conteo. El proceso duró 12 horas. El mismo TSE realizó el conteo en vivo a través de la televisión para que cada hondureño fuera testigo. Los ciudadanos esperaban que el escrutinio cambiara la tendencia, pero no fue así. Este lunes se cerró ese conteo especial, que reafirmó a la cabeza a Juan Orlando Hernández Alvarado, el candidato del Partido Nacional y presidente de la República.
Fue David Matamoros, presidente del TSE, quien ratificó a las 5:00 am un total de 42.98% de votos a favor del Presidente y 41.39% para el candidato de la Alianza Opositora, Salvador Nasralla.
No. La Alianza sigue diciendo que le robaron las elecciones y urge a los observadores internacionales para que presionen al TSE y admita un conteo voto por voto de las 5,200 actas que aseguran se alteraron. “Nos hemos puestos de acuerdo con los observadores para que no haya declaración de ganador hasta que no se dé el cotejamiento físico, de las 5,200 actas en relación con las mismas que se metieron al sistema de escrutinio. Estamos peleando, pero tenemos el aval de los observadores para que no se declare ganador hasta que no se dé transparencia al proceso”, dijo Salvador Nasralla.
La misión de observadores de la Unión Europea confirmó la necesidad de transparencia e imparcialidad, por lo que consideran que el proceso no ha terminado. “El primer punto que nos parece importante señalar, es que (el) proceso no está concluido, han terminado los conteos especiales, pero el proceso está lejos, es decir, sigue el proceso para que los candidatos y partidos hagan sus impugnaciones y peticiones. Eso debe ser respetado por el Tribunal Supremo Electoral”, dijo Marisa Matias, jefa de la misión. Para ellos, una revisión de actas es la salida que permitirá garantizar la transparencia.
Desde el jueves pasado quienes defienden el triunfo de la Alianza se han mantenido en la calle, y en algunos casos se han registrado hechos de violencia. Este domingo volvieron a salir y, de nuevo, denunciaron un fraude y pidieron la salida del actual presidente, al que culpan de manipular el proceso.
En algunos casos se han registrado hechos de violencia. Pero la Alianza asegura que su llamado es a manifestaciones pacíficas y que el oficialismo ha infiltrado a sujetos que son los que promueven el desorden. En varias ciudades ha habido quema a propiedades, tomas de calles, robos. Según defensores de derechos humanos, la protesta ha dejado 13 muertos, la mayoría jóvenes.
El Gobierno argumentó que la medida permite frenar a quienes saquean negocios. Pero este lunes la mesa nacional de derechos humanos presentó un recurso de amparo colectivo contra la suspensión de garantías constitucionales vigente desde el viernes y que prohíbe a los hondureños estar en las calles de 6:00 pm a 6:00 am. “Es un decreto inconstitucional que no siguió los procedimientos de ley para aprobarse y que ha servido únicamente para que la Policía Militar, que es la guardia que formó el presidente Hernández, agreda al pueblo”, explicó Edy Tábora, una de sus voceras. En la noches, los pobladores con vídeos y fotos denuncian la represión. Incluso informan que utilizando bombas lacrimógenas los sacan de sus casas y los golpean.
El panorama es sombrío y Honduras está dividida. Quién gane las elecciones en el país, sin duda tendrá la dura tarea de unir a un país dividido entre quienes apoyan y rechazan al actual presidente, Juan Orlando Hernández. “Cuando un Tribunal bendice un fraude no he visto que se retroceda (…) Esperaremos si pasa algo extraordinaria que saquen de la comodidad a los que por ahora tienen el control del país. La población hoy da una lección política a los corruptos”, dijo Wilfredo Mendez, defensor de derechos humanos.