Si viste alguna vez las películas de Iron Man, sabrás que un poderoso traje le da a su inventor, Tony Stark, una fuerza sobrehumana para combatir a los malos.
Fuera del mundo de la ficción, los trajes robóticos también ofrecen ayuda. Eso sí, de una manera más prosaica y útil para el ser humano.
Durante años, los militares han estado utilizándolos para ayudar a los soldados a llevar más peso durante periodos de tiempo más prolongados, mientras la industria creaba trajes robóticos para devolver la movilidad a personas con discapacidades.
Y ahora han llegado a los lugares de trabajo convencionales, principalmente porque ofrecen algo único.
“Los exoesqueletos actúan como un puente entre la mano de obra y los sistemas robóticos. Tienes el cerebro de la gente en el cuerpo de un robot”, señaló Dan Kara, director de investigación de la empresa ABI Research.
“Pero hay algo más que eso. Puedes vincular el uso de exoesqueletos a beneficios de la empresa que son muy fáciles de cuantificar. El principal es la reducción del número de lesiones por trabajo. Sabemos que, más allá de los resfriados o gripes comunes, las lesiones de espalda son la principal razón por la que los empleados están de baja”.
La industria automotriz ha estado utilizando los robots durante muchos años. Pero los robots no pueden hacerlo todo, apuntó el experto Marty Smets, de la unidad de manufactura virtual de Ford.
“En nuestras plantas, necesitamos a ambos: los humanos y los robots”, destacó.
Algunos trabajadores de la línea de montaje de Ford levantan sus brazos hasta 4.600 veces por día, alrededor de un millón de veces al año. Eso provoca que muchos acaben con problemas de espalda o de cuello.
Ahora, no obstante, la empresa ha equipado a sus trabajadores en dos plantas de montaje de Estados Unidos con un aparato llamado EksoVest, de la empresa Ekso Bionics de California, que aumenta su capacidad de carga en 2,2 a 6,8 kilos por brazo.
“Increíble es la única palabra para describir el chaleco”, señaló Paul Collins, un trabajador de la planta de ensamblaje de Ford en Michigan.