La aeronave, apodada “fortaleza voladora”, se encuentra en las profundidades del Mar Adriático, en las proximidades la isla de Vis, en Croacia.
El bombardero de la Segunda Guerra Mundial fue derribado en 1944 y estaba increíblemente preservado cuando Jones lo fotografió el año pasado.
Pero más allá de la belleza de las imágenes de este reposo silencioso en el fondo del mar, el B-17 tuvo un fuerte impacto en Jones por otro motivo.
Familiares de Ernest Vienneau, uno de los copilotos que murió cuando el bombardero fue alcanzado por fuego enemigo, entraron en contacto con el fotógrafo británico.
Los familiares habían visto las fotos de Jones en un concurso internacional de imágenes submarinas.
“Ellos jamás habían visto imágenes del lugar donde falleció Vienneau. El contacto que tuve con esa familia fue una recompensa mayor que la foto”, relató.
Jones es especialista en la exploración de sitios de naufragios y restos de naves y aeronaves en el fondo marino.
El fotógrafo entró al interior de los restos del HMS Audacious, el primer barco británico hundido en la Primera Guerra Mundial.
Jones también observó filas de tanques increíblemente preservados dentro del SS Empire, otro gran buque de la armada británica hundido por tropas alemanas en la Segunda Guerra Mundial.
Pero esas reliquias de algunos de los capítulos más sangrientos de la historia están desapareciendo.
Las carcasas de los navíos se están deteriorando constantemente por acción de las corrientes marinas.
Para Jones, su trabajo es una carrera contra el tiempo para “capturar un momento histórico que jamás será visto nuevamente. En algunos años muchos de esos aviones o navíos habrán desaparecido para siempre”.
Explorar estructuras que yacen en el fondo del mar desde hace más de un siglo significa ser testigo de “cómo el tiempo se detiene”, según afirma el sueco Anders Nyberg, otro especialista en naufragios.
Nyberg capta con sus fotos detalles peculiares de esos mundos sumergidos.
“Puede tratarse del pomo o manija de una puerta, de un par de binoculares, de un florero. Me gusta tomar fotos de esos objetos en ambientes que no han sido tocados”.
Uno de los sitios favoritos de Nyberg es el SS Thistlegorm, un buque de carga británico hundido por tropas alemanas en 1941, apenas cinco meses después de entrar en operaciones.
Nyberg registra frecuentemente la interacción entre el metal retorcido y la diversidad de la vida marina en el Mar Rojo.
Pero el fotógrafo sueco no captó con su cámara su experiencia más impresionante.
Nyberg y su esposa participaban de una expedición al SS President Coolidge, una embarcación estadounidense que fue hundida por fuerzas japonesas cerca de la isla de Vanuatu, en el Océano Pacífico, en 1942.
La pareja se vio rodeada repentinamente por misteriosas luces azules que provenían del interior del compartimento de carga del navío.
“Quedamos totalmente cercados por lo que parecía brillantina y esto me desorientó completamente”, relató Nyberg.
Las extrañas luces azules eran proyectadas por ojos bioluminescentes de peces. Este fenómeno, con el que atraen o iluminan posibles presas, sólo puede ser observado en completa oscuridad.
Si Nyberg hubiera encendido su cámara o una linterna las luces habrían desaparecido.
¿Qué aconseja el fotógrafo a quienes quieran captar imágenes submarinas?
Lo primero que hay que lograr antes de zambullirse, según Nyberg, es dominar la técnica del buceo y el manejo del equipo fotográfico.