Nueva York— Tres ex dirigentes del fútbol sudamericano acusados en el escándalo de corrupción en la FIFA acumularon fortunas gracias a los sobornos que recibieron a cambio de amañar los procesos para otorgar lucrativos contratos comerciales, dijo una fiscal estadounidense en los argumentos finales del juicio.
Los dirigentes “recibieron dinero en vez de velar por los mejores intereses de los organismos rectores del fútbol”, dijo la fiscal Kristin Mace el miércoles en un tribunal federal en Brooklyn.
El paraguayo Juan Angel Napout, el brasileño José María Marin y el peruano Manuel Burga están acusados de crimen organizado, conspiración para cometer fraude en comercio electrónico y conspiración para lavar activos, en un caso que sacudió los cimientos de la FIFA.
Los abogados de la defensa iban a comenzar sus argumentos finales más tarde el miércoles, y el jurado podría comenzar a deliberar tan pronto como el jueves por la tarde.
Marce dijo al jurado que las firmas de mercadeo deportivo sabían que tenían que pagar sobornos para poder negociar con los líderes del fútbol. Este mecanismo saboteaba una licitación abierta y justa de los contratos comerciales que hubiese beneficiado al deporte y las federaciones, según la fiscal.
“Tenían que pagar (sobornos) para conseguir los contratos”, dijo. “Y tenían que pagar para evitar la competencia”.
En el mes que duró el juicio, la fiscalía sentó a testificar a varios ejecutivos de empresas de mercadeo deportivo que se declararon culpables y aceptaron cooperar con las autoridades, y que grabaron conversaciones sobre el pago de millones de dólares en sobornos. También se presentaron documentos sobre los pagos.
Mace recordó el miércoles el testimonio de uno de los colaboradores que presentó un libro de contabilidad en el que los pagos a Napout eran registrados como “Honda”, e incluían boletos para un concierto de Paul McCartney valorados en más de 10.000 dólares.
Después que la defensa puso en duda que se hubiese realizado ese concierto, la fiscalía sentó a declarar a Kevin Jonas, un ex integrante del grupo pop Jonas Brothers, para testificar que acudió al concierto el 11 de noviembre de 2010 en Buenos Aires. Napout aprovechó esa ocasión para recibir un pago de 200.000 dólares, según la fiscalía.
La investigación produjo acusaciones criminales contra más de 40 dirigentes del fútbol, ejecutivos de mercadeo y compañías.