El embajador de Venezuela ante la ONU, Rafael Ramírez, anunció este martes su renuncia al cargo “a solicitud del Presidente de la República”.
Ramírez, quien bajo el presidente Hugo Chávez estuvo durante más de una década al frente de la estatal petrolera PDVSA, encabezaba la representación de Venezuela en la ONU desde enero de 2015.
“Se me ha removido por mis opiniones, me mantendré, pase lo que pase, leal al Comandante Chávez!”, dijo Ramírez en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter junto a una carta de renuncia.
Durante los últimos meses, en artículos publicados en la prensa venezolana, Ramírez había expresado cada vez críticas más abiertas hacia la conducción de la política económica del gobierno de Nicolás Maduro.
Su nombre, sin embargo, también había estado inmerso en la polémica durante los últimos meses tras la detención por órdenes de la Fiscalía de más de medio centenar de altos cargos de PDVSA, acusados de actos de corrupción por miles de millones de dólares, e incluso de algunos familiares.
Entre los detenidos están Eulogio del Pino y Nelson Martínez. quienes ocuparon la presidencia de PDVSA después de la salida de Ramírez.
La semana pasada, la agencia Reuters ya anticipó la salida de Ramírez del cargo en la ONU ante las crecientes denuncias de la Fiscalía sobre manejos dolosos en PDVSA, algo que Ramírez siempre ha negado que haya ocurrido durante su gestión.
El Parlamento, controlado por la oposición, cifra en US$11.000 millones el dinero que desapareció de la estatal durante el mandato de Ramírez.
El viernes 1 de diciembre, el fiscal designado por la Asamblea Constituyente, Tarek William Saab, anunció la detención de Diego Salazar Carreño, un primo de Ramírez al que acusan de estar involucrado en una trama de blanqueo de dinero en Andorra.
En su mensaje de Twitter, Ramírez publicó una carta de cuatro páginas dirigida al ministro de Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, en la que deja claro que presenta su renuncia en respuesta al “deseo manifiesto” de Maduro de que se separara del cargo.
“Para mí en lo personal, esta decisión resulta muy difícil, pues significa cesar en mis funciones como servidor del Estado venezolano”, escribe Ramírez. “No obstante, ante la decisión del presidente no he tenido otra opción”, agrega.
Ramírez también defiende las críticas que ha formulado hacia la política del gobierno al asegurar que las ha hecho de forma honesta.
Venezuela sufre una severa crisis económica como consecuencia, entre otras cosas, de la caída del precio del petróleo y de la producción.