Tesla celebró anoche una gran presentación para mostrar su camión eléctrico semiautónomo en California. El acto, que estaba anunciado con antelación, contó con una sorpresa totalmente inesperada. El fundador de la compañía, Elon Musk, tenía un as en la manga que sacó al final del acto dejando atónitos a los allí presentes. Nos referimos a la segunda generación del Roadster, un modelo con el que la marca comenzó su andadura y que dejó de fabricar hace cinco años.
Pues bien, Musk ha decidido el regreso al mercado de este deportivo totalmente renovado. Será un retorno sonado porque la firma estadounidense asegura que se convertirá en el coche más rápido del mundo llegando a superar a coches de altísimas prestaciones propulsados por combustibles fósiles. Y, sobre el papel, parece que efectivamente dejará atrás a más de un exclusivo modelo.